Vox cambia de táctica en Aragón tras ver el pacto de Valencia
La extrema derecha de Vox parece haber encontrado una nueva estrategia después de meses de bloqueo institucional. Alejandro Nolasco, portavoz de la formación ultra en las Cortes aragonesas, ha dejado la puerta abierta a negociar los presupuestos de 2026 con el PP de Jorge Azcón, después de que su partido pactara en Valencia con el nuevo presidente autonómico.
El cambio de rumbo tras Valencia
El giro de Nolasco llega después de que Vox cerrara un acuerdo en la Comunidad Valenciana con Juanfran Pérez Llorca. "Puede que se haya acabado esta situación", ha declarado el dirigente ultra, refiriéndose a la soledad parlamentaria de su formación.
Esta nueva postura contrasta radicalmente con las amenazas de las últimas semanas, cuando Vox parecía decidido a forzar un adelanto electoral en Aragón bloqueando cualquier negociación presupuestaria.
Las exigencias de la extrema derecha
Nolasco ha aprovechado para repetir el mantra habitual de Vox: bajada de impuestos, rechazo a la inmigración y oposición al "fanatismo climático". El portavoz ultra ha recordado que en 2023 PP y Vox llegaron a un acuerdo que, según su versión, los populares incumplieron.
Entre las propuestas que Vox quiere imponer están la concertación de todo el bachillerato, la construcción de un centro de salud en Arcosur y la modernización de regadíos. Todo ello aderezado con su habitual discurso contra las políticas migratorias y ambientales.
Azcón en el punto de mira
El presidente aragonés, Jorge Azcón, se encuentra ahora en una situación delicada. Tras amenazar con elecciones anticipadas si se prorrogaban de nuevo las cuentas, debe decidir si cede a las presiones de la extrema derecha o mantiene su posición.
Nolasco ha sido claro: "No ha habido ningún contacto" para hablar de los presupuestos de 2026, y ha criticado que el PP anunciara hace un mes la presentación "inminente" de las cuentas de 2025 sin cumplir su palabra.
El juego de la extrema derecha
Lo que queda claro es que Vox está utilizando el acuerdo valenciano como palanca de presión. La formación de Santiago Abascal busca demostrar que puede ser un socio "útil" para el PP cuando este acepta sus condiciones más radicales.
Mientras tanto, los aragoneses siguen esperando unos presupuestos que permitan avanzar en políticas sociales y de progreso, lejos de los planteamientos retrógrados que pretende imponer la extrema derecha.