Vox cambia de estrategia y se muestra dispuesto a negociar los presupuestos aragoneses
La extrema derecha de Santiago Abascal vuelve a tender la mano al PP de Jorge Azcón después de meses de bloqueo institucional. El portavoz parlamentario de Vox en Aragón, Alejandro Nolasco, ha dado un giro radical a su discurso y ahora se muestra abierto a negociar los presupuestos de 2026, tras observar el pacto alcanzado en Valencia.
El ejemplo valenciano marca el camino
Nolasco ha puesto como ejemplo el acuerdo entre el PP y Vox en la Comunidad Valenciana, donde el nuevo presidente Juanfran Pérez Llorca ha adoptado posturas claramente ultraconservadoras. "Nos preguntamos que si los valencianos van a disfrutar de todo esto por qué en Aragón no podemos disfrutarlo también", ha declarado el dirigente de extrema derecha.
El cambio de tono es evidente. Después de semanas de tensión máxima y amenazas de adelanto electoral por parte de Azcón, Vox parece dispuesto a retomar las negociaciones. Sin embargo, mantiene sus líneas rojas habituales: rechazo a la inmigración, negacionismo climático y rebajas fiscales.
Presión sobre el PP aragonés
El portavoz ultraderechista ha aprovechado para cargar contra la gestión de Azcón, exigiendo "un cambio de rumbo" similar al adoptado en Valencia. Nolasco ha recordado que Vox abandonó el gobierno aragonés en 2024 al considerar que el PP no cumplía los acuerdos alcanzados.
"Vox siempre ha remado muy solo frente a las graves amenazas sobre las clases medias y trabajadoras", ha declarado, en un intento de presentarse como víctima del sistema. El dirigente ultra ha insistido en que "el discurso de Vox es el mismo en toda España" mientras acusa al PP de tener posturas diferentes según el territorio.
Los presupuestos como moneda de cambio
La apertura de Vox llega en un momento crítico para el gobierno aragonés, que necesita aprobar las cuentas de 2026 para evitar una nueva prórroga presupuestaria. Nolasco ha confirmado que "no ha habido ningún contacto" con Azcón para hablar de presupuestos, pero su cambio de tono sugiere una predisposición al diálogo.
Entre las exigencias de la formación ultra figuran la concertación de todo el bachillerato, la construcción de un centro de salud en Arcosur, la modernización de regadíos y, por supuesto, rebajas fiscales. Todo ello aderezado con su agenda anti-inmigración y negacionista del cambio climático.
El movimiento de Vox pone en evidencia la fragilidad de los gobiernos autonómicos del PP, que dependen del apoyo de la extrema derecha para sacar adelante sus políticas. Una vez más, la formación de Abascal demuestra su capacidad de chantaje institucional.
